Alimentación, Nutrición y Dieta, 3 conceptos distintos que deberían ir cogidos de la mano…
Es importante que conozcamos las distinción que realiza la OMS (Organización Mundial de la Salud) para estos 3 términos:
Alimentación:
Proceso consciente y voluntario que consiste en el acto de ingerir alimentos para satisfacer la necesidad de comer.
* Alimentación saludable: Es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sano. Se denomina también «alimentación equilibrada».
Dieta:
Mezcla de alimentos sólidos y líquidos que un individuo o grupo consume. Su composición depende de la disponibilidad de los alimentos, su coste, los hábitos alimentarios y el valor cultural de los alimentos.
Nutrición:
Proceso involuntario, autónomo, de la utilización de los nutrientes en el organismo para convertirse en energía y cumplir sus funciones vitales.
Examinemos nuestros hábitos…
Con la cercanía del verano, muchas personas se plantean perder esos kilitos de más que se han ido acumulando durante el invierno. Sin embargo, es importante resaltar que «adelgazar es una carrera de fondo llena de obstáculos», en la que no existen fórmulas mágicas para alcanzar el objetivo.
La constancia, seguir unas pautas claras y no caer en los errores más comunes son la clave para perder peso de forma adecuada.
Aquí te recopilamos 10 conductas comunes que se deberían EVITAR para alcanzar ese objetivo de forma saludable. ¿Te reconoces en alguna de ellas?:
- «Como con distracciones».
- «Me salto comidas».
- «Quiero resultados inmediatos».
- «Cedo fácilmente a la presión del entorno».
- «En lugar de agua, en las comidas, bebo refrescos».
- «No duermo lo suficiente».
- «Uso la comida como recompensa».
- «Busco la dieta milagro».
- «Quiero perder mucho peso en poco tiempo».
- «Si fulanita/o pudo, ¿por qué yo no?».
Es probable que puedas verte identificado/a en alguno o varios de estos comportamientos/pensamientos cotidianos. Y aunque a simple vista puedan parecer inocuos, e incluso alicientes para nuestra ajetreada vida diaria, las estadísticas de los estudios realizados al respecto demuestran lo contrario.
Tenemos que alimentarnos, sí. Pero nuestro objetivo debería ser hacerlo mediante una «alimentación saludable, equilibrada», aportando los nutrientes esenciales y la energía que necesitamos para sentirnos sanos.
De nada sirve una dieta estricta ni no somos capaces de seguirla y mantenerla.
Para ello te sugerimos que reflexiones sobre 3 asuntos importantes:
A la hora de seleccionar una dieta, ajusta las medidas: hay personas más sensibles a unos sabores que a otros, o con metabolismos más predispuestos a acumular grasa a partir de los alimentos ingeridos.
Mantén esa dieta saludable y sostenible a largo plazo, incorporando todos los grupos de alimentos, de forma que resulte familiar su ingesta.
Tu dieta debe ser parte de un proceso de nutrición saludable, personalizado, mediante la que puedas adquirir hábitos que te ayuden a tener control el tu alimentación, cubrir las necesidades fisiológicas, además de fomentar la salud física y emocional.
Si el objetivo es alcanzar un peso saludable y mantenerse en él, la única solución es adoptar como hábito de vida una dieta saludable que se acompañe de una actividad física regular.
Y por encima de todo…déjate asesorar por un/a especialista en la materia, que te orientará y apoyará en cada momento, según tus necesidades puntuales, aportándote la información necesaria para cada etapa del proceso según tu evolución.
«Somos lo que comemos, cómo lo comemos y cuándo lo comemos»
