El masaje con piedras calientes, de origen oriental, combina el contacto de la mano del profesional con el calor de las rocas volcánicas. Unas rocas lisas, suaves y oscuras, las cuales retienen calor con mucha facilidad para transmitirlo sobre la piel de la persona.
Especialmente indicado para relajar músculos rígidos o doloridos; equilibrar sistema nervioso, circulatorio y energético; reducir el estrés.